Prepárate para cumplir tu sueño de tener casa propia
El sueño de muchas personas es tener vivienda propia, sin embargo, tomar la decisión de adquirirla exige planeación y ahorro. Si has decidido comprar casa o apartamento para ti, tu familia o por inversión, empieza por organizar tus cuentas, investigar productos de ahorro que te ayuden a cumplir este sueño y alternativas de crédito que se acomoden a tus condiciones y necesidades.
Ahorro, la primera piedra para tener vivienda propia
Difícilmente se logra comprar vivienda con solo ahorros, sin embargo, el ahorro es fundamental para tener esa cuota inicial que corresponde al valor de la vivienda que no te presta una entidad financiera. Conoce estas dos opciones para que ahorrar para vivienda sea más fácil:
- Cuentas de ahorro programado para vivienda:
Es una cuenta sin cobros administrativos donde ahorras exclusivamente para la adquisición de vivienda. De acuerdo con la entidad financiera donde la abras, se te solicitará ahorrar un porcentaje de tus ingresos o la suma que tú consideras durante un tiempo determinado.
Estas cuentas solo entregan los recursos cuando cumples tu meta. Si retiras el saldo ahorrado antes de cumplir la meta, es posible que debas pagar una penalidad (normalmente es un porcentaje de tu ahorro).
Tener una cuenta de este tipo te permite postularte para ser beneficiario de subsidio a la cuota inicial o la tasa de interés.
Averigua este producto en bancos, cajas de compensación y fondos de pensiones y cesantías y escoge aquella que más se ajusta a tus preferencias.
- Cuenta de Ahorro para el Fomento de la Construcción – AFC:
Es una alternativa donde te comprometes a ahorrar una parte de tu ingreso mensual para utilizar únicamente para la compra de vivienda. Si pasados cinco años desde la apertura de la cuenta AFC no has usado los recursos para adquirir vivienda, podrás disponer de ellos. Sin embargo, si los retiras antes de este período, la entidad en la que tienes el ahorro te aplicará la retención en la fuente a la que haya lugar.
Una vez completes los recursos para los cuales abriste la cuenta, la entidad financiera trasladará directamente ese dinero a la constructora del proyecto de vivienda, al vendedor (en el caso de un inmueble usado) o a la entidad con la cual tienes el crédito hipotecario.
A diferencia de las cuentas de ahorro programado, las AFC te brindan la oportunidad de obtener un beneficio tributario: puedes destinar hasta un 30% de tus ingresos a este ahorro y así disminuir la base gravable sobre la que se te aplica la retención en la fuente.
Si destinas los recursos para otros fines, pierdes los beneficios tributarios y debes declarar los saldos ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN.
Recuerda que las cuentas de ahorro programado para vivienda y las cuentas AFC evitan la tentación de gastar el dinero ahorrado para otros fines, con ellas demuestras voluntad y capacidad de ahorro constante y facilitan el acceso a la vivienda.
¿Qué es el estudio de crédito para compra de vivienda?
Es el proceso que hacen las entidades financieras para determinar si una persona tiene capacidad económica para pagar un crédito de vivienda. En este estudio se determina el porcentaje de tus ingresos que puede ser destinado al pago de la cuota mensual del préstamo y el comportamiento que has tenido con otros créditos y obligaciones.
Antes de que te realicen el estudio de crédito, verifica que estés al día con tus obligaciones, ten a la mano los soportes que demuestren tus ingresos, tales como: comprobantes de nómina, copia del certificado de ingresos y retenciones, copia de la última declaración de renta y comprobantes de otras entradas de dinero si los tienes.
¿Cuál es el precio de tu vivienda?
Para conocer el valor de una vivienda o un bien inmueble (que no se puede trasladar) se debe realizar un avalúo comercial, es decir, un estudio realizado por un experto que da una estimación del valor del bien teniendo en cuenta lo siguiente:
- Características de construcción: casa o apartamento, antigüedad, material de construcción, adecuaciones o mejoras implementadas
- Ubicación
- Servicios adicionales de la copropiedad si se trata de un apartamento.
Este valor se tiene en cuenta al momento vender y comprar un bien, asegurarlo o definir en cuánto se puede arrendar.
También existe el avalúo catastral, que es aquel que se utiliza cada año para calcular el impuesto predial, teniendo en cuenta el tamaño del terreno y la zona en donde se ubica. El avalúo catastral es menor al avalúo comercial.
Al momento de solicitar un avalúo comercial, asegúrate que sea efectuado por experto avalado por el Autorregulador Nacional de Avaluadores – A.N.A, entidad vigilada por la Superintendencia de Industria y Comercio.
¿Nueva o usada? La vivienda que te conviene
Al momento de decidir si adquirir una vivienda nueva o usada, considera tus necesidades particulares y las de tu familia.
Características de la vivienda usada:
- Precio: el costo suele ser más bajo en comparación con proyectos nuevos en zonas similares.
- Tiempo de entrega: aunque este suele acordarse con el vendedor, normalmente es inferior.
- Remodelaciones: es posible que los inmuebles en venta hayan sido objeto de mejoras que hagan más cómodo habitarlos. Por ejemplo, bibliotecas empotradas, pintura, pisos, enchapes de baños y cocinas, entre otros.
- Área: usualmente es posible encontrar una vivienda con más metros cuadrados por menores precios.
- Zonas comunes: si se trata de un conjunto residencial, es frecuente que todos los servicios de zonas comunes ya estén habilitados para su uso, por ejemplo: gimnasio y parques infantiles.
- Disponibilidad: por la expansión y el crecimiento urbanístico, es posible que no consigas proyectos de vivienda nuevos en algunas zonas de las ciudades. Este riesgo es más bajo cuando buscas un inmueble usado.
Características de la vivienda nueva:
- A tu medida: te da la oportunidad de estrenar todo y comprar según tus gustos.
- Garantía: si has investigado previamente y se trata de una constructora reconocida y respaldada, cuentas con las garantías necesarias para reclamar ante cualquier falla en el inmueble o cualquier incumplimiento en lo acordado.
- Antigüedad en redes de servicios públicos: en los proyectos nuevos las tuberías, redes eléctricas y de gas, son nuevas y tienen una vida útil más larga, lo que te evitará incurrir en reparaciones.
- Facilidad en la gestión del crédito: los créditos pueden ser más expeditos y tener condiciones especiales en el pago de la cuota inicial o la tasa de interés cuando se tramitan con la entidad financiera que está respaldando la construcción del proyecto.
Independientemente de la decisión que tomes, tomate tu tiempo para averiguar y escoger lo que más te convenga.
Que un pirata no deje tu casa en el aire
Si te enamoraste de un proyecto de vivienda y estás listo para hacer los trámites de cuota inicial y de solicitud del crédito para comprar, asegúrate que la constructora responsable sea de fiar. Para ello, ten en cuenta las siguientes pautas:
- La constructora debe ser una sociedad legalmente constituida: verifica esta información en la Cámara de Comercio, solicitando un certificado de existencia y representación legal.
- Licencia de construcción sobre el proyecto: revisa si la obra cuenta con los permisos urbanísticos necesarios, los cuales son otorgados por las curadurías urbanas (entidad que vigila el cumplimiento de las normas que regulan la construcción según el Plan de Ordenamiento Territorial – POT – de cada ciudad).
- Respaldo de una fiduciaria: confirma que el proyecto tiene el respaldo de una fiduciaria, una entidad que administra los recursos de terceros para cumplir con una finalidad, en este caso, una fiducia inmobiliaria garantiza que los recursos que pagas serán administrados por alguien diferente de la constructora y que serán invertidos en la construcción del proyecto y no en otros fines.
- Experiencia de la constructora: investiga otros proyectos que haya realizado la constructora y en lo posible que si son cumplidos con los tiempos de entrega.